martes, septiembre 22, 2009

Días sin luna


días sin luna tiene tu cuerpo,

arrecife encayado,

bruma galopante arena

que deja de atemorizar

los labios febriles de mi;


océano inverosímil...


tempestad inerme que sale a clarear,

marejada de un día candoroso,

luna sin nombre,

día sin ti,

dentro del mar...,

como tus ojos...

días sin luna

muy significativos para los dos

por que la luna

firmo un pacto con nuestro amor

jueves, septiembre 10, 2009

Haces de mi cuerpo tu paisaje


Haces de mi cuerpo tu paisaje,
paseándote por toda mi geografía
entre montañas, laderas y valles...
Descubres secretos que dormían.

Riegas mis campos con cuidado.
Cantas canciones con alegría.
Renace la vida en mi agonía...
Transitas sin hacerme daño.

Todo en tí... ¡es tan esmerado!
Que rezumas amor por los costados.
Cierro mis ojos, envuelta en tus halos,
aspiro el aroma que has provocado
de fragancias de primaveras
de frescas y tiernas hierbas
por siempre por mí buscadas...
¡Es hermoso sentirme por ti visitada!


TE AMO

Te amaré


Yo se que alguien te dirá
muchas cosas al oído;
pero nadie te escribirá
las cosas que yo te escribo.

Mis pensamientos contigo estarán
aunque tu no estés conmigo;
y mi corazón te amará,
por siempre, y para siempre.

Cunado yo fenezca, cual mariposa,
me posaré en tu ventana,
para observar esa alma indecisa
que mi corazón inflama.

Guardaré mis sentimientos
en un cofre sellado;
pero me valdré del viento
para acariciar tu cuerpo amado.

miércoles, septiembre 09, 2009

Dulce princesa


Vagaba insensible por esta vida sin color;
con los ojos cerrados, agobiado por el dolor,
hasta que de repente, una intensa luz me iluminó...

Abrí los ojos, miré al cielo y ahí estabas tu:
mágica, hermosa, radiante criatura virginal
como una dulce princesa escapada de un cuento irreal.

La claridad de tus bellos e increíbles ojos
inundando con intenso destello multicolor,
cada uno de los espacios grises de mi corazón.

El mínimo roce de tus dulces labios rojos
conmueve cada fibra íntima de mi pasión,
invitando a beber de ellos cada gota de tu amor.

Tu inocente y provocativa sensualidad
te sacude, te golpea, te incita sin piedad,
provocando una avalancha de furiosos sentidos
que te arrastran por toda la eternidad.

Inconsciente de mí, sin medir las consecuencias,
te entregué mi vida, mi pasión, mi conciencia;
te entregué, quizás, el más sincero de mis tesoros:
el amor más puro y simple de todos.

Tal vez, te digan que quise arruinar tu vida,
sería un estúpido, loco, idea suicida;
si tu vida es la mía, si no hay vida sin ti,
dicen tantas cosas ya no saben que decir...

La vida me ha golpeado de manera insaciable
con una indescriptible y feroz crueldad,
terrible e intenso dolor, sólo comparable
al que se siente cuando tú no estás...



Ivelar