viernes, marzo 23, 2012

La daga del amor


No surques en la herida,
causada por la daga del amor,
efímera y luctuosa despedida,
lleva el alma por la calle del adiós.


No mortifiques la cicatriz encallada,
por la ausencia del corazón que voló,
no mitigues la mirada callada,
ni la esquina maldita de la calle del adiós.


Llora el bohemio, lágrimas de hada,
triste el risueño, melancolía encantada,
huérfano de besos, de unos labios de cristal,
maldito sea el dolor, imposible de aplacar.

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